Día 23

Día 23

Premenstrual

Empiezo a intuir la luna roja que está por bajar y la noche que consigo trae. Esperando su llegada empiezo a sumergirme en mis aguas de introspección e intuición.

Me cierro al mundo externo, no tengo energía para atraerlos, necesito nutrir mi ser. Me despido pero la epidermis sigue permeable y los estímulos que me llegan de fuera los siento más violentos, invasivos o por lo menos me siento más sensible ante ellos. Lo que permití días atrás hoy no me checa, ante lo que fui concesiva se me regresa y me reclama, me hace sentir incómoda o traidora de mí misma.

Mi máscara es la de la mujer de la verdad y me desnudo de las complacencias hipócritas o el pacto social que me queda como zapato estrecho.

Mi cuerpo comienza a ser más agua, me hincho, y mis ojos también pueden volverse agua si la tristeza me visita o la impotencia.

Mis pechos son sensibles como es mi voluntad de compartirme. Mi semblante no presume la sonrisa, me la reservo para una alegría o un gesto genuino.

Me lleva el oleaje entre sentirme calma, alegre y densa.

Esta soy yo, mujer menguante, otoño que anuncia la invernación y que por lo pronto no quiere anunciar la floración.

Hoy soy amiga de las palabras y la inspiración para dar cuenta de mí, mirarme a mí misma y cuidarme. Hoy soy enemiga de abrirme elocuente ante los demás, hoy no me pidas, no quiero compartirme.